Para conocer las Ponencias de este Taller celebrado por la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames) en octubre del 2008 puede marcar aquí.
Esta foto presenta los integrantes de la redacción del Informe Final de la Comisión sobre los Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
domingo, 20 de septiembre de 2009
sábado, 19 de septiembre de 2009
Dispositivo Global de Aprendizaje sobre Determinantes Sociales
El Módulo Introductorio se propone sensibilizar y ampliar las bases de reflexión sobre los Determinantes Sociales de la Salud (DSS), con el propósito de disminuir las inequidades en salud, impulsar la transformación de la agenda política y contribuir al mejor ejercicio de la justicia social y los derechos humanos. Con esta actitud se espera generar una visión crítica sobre los determinantes sociales de salud facilitando la difusión del enfoque y la comprensión de las claves de intervención y teniendo como base el material científico ya validado sobre DSS, políticas públicas basadas en el enfoque de los DSS, así como en los productos de la Comisión de DSS, establecida por la OMS en 2005: (1) su Informe Final de Recomendaciones, lanzado el 28 de agosto de 2008, y (2) los Reportes de sus nueve Redes de Conocimiento.
El Módulo Introductorio aspira a estimular y abogar por la necesidad de impulsar procesos de aprendizaje global como espacios colectivos de reflexión sobre la formulación y implementación de políticas públicas para que el enfoque de los DSS no sea sólo un conjunto bien estructurado de evidencias científicas y “casos” de países sino un dispositivo político-educacional que permita reflexionar y cambiar los modos habituales de formular e implementar políticas públicas.
Se aspira a conformar una agenda de determinantes sociales de salud que incluya los principios de las políticas participativas, teniendo la equidad como un principio y objetivo básico en la generación de políticas integradas para la acción sobre los DSS.
El Módulo Introductorio aspira a estimular y abogar por la necesidad de impulsar procesos de aprendizaje global como espacios colectivos de reflexión sobre la formulación y implementación de políticas públicas para que el enfoque de los DSS no sea sólo un conjunto bien estructurado de evidencias científicas y “casos” de países sino un dispositivo político-educacional que permita reflexionar y cambiar los modos habituales de formular e implementar políticas públicas.
Se aspira a conformar una agenda de determinantes sociales de salud que incluya los principios de las políticas participativas, teniendo la equidad como un principio y objetivo básico en la generación de políticas integradas para la acción sobre los DSS.
Informe Final de la Comisión sobre los determinantes sociales de la salud.
A continuación puede leer el prólogo del informe del 2008 de la Comisión que estudió los Determinantes Sociales de la Salud, tambien pude consultar el informe al click aquí.
La justicia social es una cuestión de vida o muerte. Afecta al modo en que vive la gente, a la probabilidad de enfermar y al riesgo de morir de forma prematura. Vemos maravillados como la esperanza de vida y el estado de salud mejoran de forma constante en algunas partes del mundo, mientras nos alarmamos ante el hecho de que eso no ocurra en otros lugares.
La esperanza de vida de una niña que nazca hoy puede ser de 80 años, si nace en determinados países o de 45 años, si nace en otros. Dentro de cada país hay grandes diferencias sanitarias estrechamente ligadas al grado de desfavorecimiento social.
Semejantes diferencias no deberían existir, ni dentro de cada país ni entre los países.
Esas desigualdades y esa inequidad sanitaria, que podría evitarse, son el resultado de la situación en que la población crece, vive, trabaja y envejece, y del tipo de sistemas que se utilizan para combatir la enfermedad. A su vez, las condiciones en que la gente vive y muere están determinadas por fuerzas políticas, sociales y económicas. Las políticas sociales y económicas tienen efectos determinantes en las posibilidades de que un niño crezca y desarrolle todo su potencial, y tenga una vida próspera, o de que ésta se malogre. Cada vez hay una mayor convergencia entre los países pobres y los ricos con respecto al tipo de problemas de salud que
hay que resolver. El desarrollo de una sociedad, ya sea rica o pobre, puede juzgarse por la calidad del estado de salud de la población, por cómo se distribuyen los problemas de salud a lo largo del espectro social y por el grado de protección de que gozan las personas afectadas por la enfermedad.
En el espíritu de la justicia social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha en 2005 la Comisión sobre determinantes sociales de la salud,con el fin de recabar datos científicos sobre posibles medidas e intervenciones en favor de la equidad sanitaria y promover un movimiento internacional para alcanzar ese objetivo.
Gracias a la labor de la Comisión, varios países y organizaciones son ahora socios que tratan de
formular políticas y programas que abarquen al conjunto de la sociedad y permitan influir en los determinantes sociales de la salud y mejorar la equidad sanitaria. Esos países y asociados se hallan en la vanguardia de un movimiento mundial.
La Comisión hace un llamamiento a la OMS y a todos los gobiernos para que tomen la iniciativa en la acción mundial sobre los determinantes sociales de la salud, con el fin de alcanzar la equidad sanitaria. Es esencial que los gobiernos, la sociedad civil, la OMS y otras organizaciones internacionales se unan para adoptar medidas encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos del mundo. Alcanzar la equidad sanitaria en el lapso de una generación es posible; es lo que hay que hacer y éste es el momento adecuado para hacerlo.
La esperanza de vida de una niña que nazca hoy puede ser de 80 años, si nace en determinados países o de 45 años, si nace en otros. Dentro de cada país hay grandes diferencias sanitarias estrechamente ligadas al grado de desfavorecimiento social.
Semejantes diferencias no deberían existir, ni dentro de cada país ni entre los países.
Esas desigualdades y esa inequidad sanitaria, que podría evitarse, son el resultado de la situación en que la población crece, vive, trabaja y envejece, y del tipo de sistemas que se utilizan para combatir la enfermedad. A su vez, las condiciones en que la gente vive y muere están determinadas por fuerzas políticas, sociales y económicas. Las políticas sociales y económicas tienen efectos determinantes en las posibilidades de que un niño crezca y desarrolle todo su potencial, y tenga una vida próspera, o de que ésta se malogre. Cada vez hay una mayor convergencia entre los países pobres y los ricos con respecto al tipo de problemas de salud que
hay que resolver. El desarrollo de una sociedad, ya sea rica o pobre, puede juzgarse por la calidad del estado de salud de la población, por cómo se distribuyen los problemas de salud a lo largo del espectro social y por el grado de protección de que gozan las personas afectadas por la enfermedad.
En el espíritu de la justicia social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha en 2005 la Comisión sobre determinantes sociales de la salud,con el fin de recabar datos científicos sobre posibles medidas e intervenciones en favor de la equidad sanitaria y promover un movimiento internacional para alcanzar ese objetivo.
Gracias a la labor de la Comisión, varios países y organizaciones son ahora socios que tratan de
formular políticas y programas que abarquen al conjunto de la sociedad y permitan influir en los determinantes sociales de la salud y mejorar la equidad sanitaria. Esos países y asociados se hallan en la vanguardia de un movimiento mundial.
La Comisión hace un llamamiento a la OMS y a todos los gobiernos para que tomen la iniciativa en la acción mundial sobre los determinantes sociales de la salud, con el fin de alcanzar la equidad sanitaria. Es esencial que los gobiernos, la sociedad civil, la OMS y otras organizaciones internacionales se unan para adoptar medidas encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos del mundo. Alcanzar la equidad sanitaria en el lapso de una generación es posible; es lo que hay que hacer y éste es el momento adecuado para hacerlo.
jueves, 10 de septiembre de 2009
Introducción al Informe Mundial de la seguridad vial, de Margaret Chan. Directora de OMS.
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial refuerza nuestra visión de los traumatismos por accidentes de tránsito como un problema mundial de salud y desarrollo. Todos los años, más de 1,2 millones de personas fallecen como consecuencia de accidentes en las vías de tránsito y nada menos que otros 50 millones sufren traumatismos.
Más del 90% de las defunciones se producen en los países de ingresos bajos y medianos.
Más allá del enorme padecimiento que provocan, los accidentes de tránsito pueden llevar a la pobreza a una familia, ya que los supervivientes de los accidentes y sus familias deben hacer frente a las consecuencias a largo plazo de la tragedia, incluidos los costos de la atención médica y la rehabilitación y, con mucha frecuencia, los gastos de las exequias y la pérdida del sostén de la familia.
Los traumatismos por accidentes de tránsito también someten a una gran presión a los sistemas nacionales de salud, muchos de los cuales tienen niveles de recursos lamentablemente insuficientes.
Históricamente, muchas de las medidas establecidas para reducir las víctimas mortales y los traumatismos por accidentes de tránsito están orientadas a proteger a los ocupantes de los vehículos. No obstante, como pone de manifiesto el presente informe, cerca de la mitad de las personas que fallecen cada año por accidentes de tránsito en el mundo son peatones, motoristas, ciclistas y pasajeros del transporte público, y esta cifra es aún mayor en los países y comunidades más pobres del mundo.
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial llama la atención sobre las necesidades de todos los usuarios de las vías de tránsito, incluidos los pertenecientes a los grupos más vulnerables. A ellos también hay que tenerlos en cuenta y concederles la misma prioridad a la hora de planificar las decisiones de política sobre seguridad vial, uso del suelo y circulación urbana.
La prevención es de lejos la mejor opción. Disponemos de gran parte de los conocimientos, la experiencia y las herramientas que se necesitan para hacer unos sistemas de transporte seguros y saludables. La fabricación de vehículos más seguros y la construcción de vías de tránsito más seguras, el diseño de infraestructuras pensando en la protección de los peatones y ciclistas, y el mejoramiento del transporte público y de nuestro comportamiento personal en las vías de tránsito reducirían los traumatismos y contribuirían generalmente a tener unas poblaciones más sanas.
Para hacer realidad estos planteamientos, dentro de cada país debe existir una colaboración entre los actores y organismos cuyas políticas repercuten, directa o indirectamente, sobre la seguridad de los usuarios de las vías de tránsito. Estos asociados deben utilizar la fuerza de las pruebas de que disponen para alentar a los responsables de ejecutar iniciativas en materia de seguridad vial, y de adoptar y hacer cumplir la legislación, a armonizar sus esfuerzos con prácticas óptimas sobre el terreno.
Con el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial, por primera vez tenemos una evaluación de la situación de la seguridad vial en el mundo. Este conjunto de datos singular y comparable confirma la pertinencia de esta cuestión para los desafíos sociales de hoy. Identifica claras diferencias y oportunidades y nos estimula a actuar. Es hora de pasar a la acción.
Margaret Chan
Directora General
Organización Mundial de la Salud
Más del 90% de las defunciones se producen en los países de ingresos bajos y medianos.
Más allá del enorme padecimiento que provocan, los accidentes de tránsito pueden llevar a la pobreza a una familia, ya que los supervivientes de los accidentes y sus familias deben hacer frente a las consecuencias a largo plazo de la tragedia, incluidos los costos de la atención médica y la rehabilitación y, con mucha frecuencia, los gastos de las exequias y la pérdida del sostén de la familia.
Los traumatismos por accidentes de tránsito también someten a una gran presión a los sistemas nacionales de salud, muchos de los cuales tienen niveles de recursos lamentablemente insuficientes.
Históricamente, muchas de las medidas establecidas para reducir las víctimas mortales y los traumatismos por accidentes de tránsito están orientadas a proteger a los ocupantes de los vehículos. No obstante, como pone de manifiesto el presente informe, cerca de la mitad de las personas que fallecen cada año por accidentes de tránsito en el mundo son peatones, motoristas, ciclistas y pasajeros del transporte público, y esta cifra es aún mayor en los países y comunidades más pobres del mundo.
El Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial llama la atención sobre las necesidades de todos los usuarios de las vías de tránsito, incluidos los pertenecientes a los grupos más vulnerables. A ellos también hay que tenerlos en cuenta y concederles la misma prioridad a la hora de planificar las decisiones de política sobre seguridad vial, uso del suelo y circulación urbana.
La prevención es de lejos la mejor opción. Disponemos de gran parte de los conocimientos, la experiencia y las herramientas que se necesitan para hacer unos sistemas de transporte seguros y saludables. La fabricación de vehículos más seguros y la construcción de vías de tránsito más seguras, el diseño de infraestructuras pensando en la protección de los peatones y ciclistas, y el mejoramiento del transporte público y de nuestro comportamiento personal en las vías de tránsito reducirían los traumatismos y contribuirían generalmente a tener unas poblaciones más sanas.
Para hacer realidad estos planteamientos, dentro de cada país debe existir una colaboración entre los actores y organismos cuyas políticas repercuten, directa o indirectamente, sobre la seguridad de los usuarios de las vías de tránsito. Estos asociados deben utilizar la fuerza de las pruebas de que disponen para alentar a los responsables de ejecutar iniciativas en materia de seguridad vial, y de adoptar y hacer cumplir la legislación, a armonizar sus esfuerzos con prácticas óptimas sobre el terreno.
Con el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial, por primera vez tenemos una evaluación de la situación de la seguridad vial en el mundo. Este conjunto de datos singular y comparable confirma la pertinencia de esta cuestión para los desafíos sociales de hoy. Identifica claras diferencias y oportunidades y nos estimula a actuar. Es hora de pasar a la acción.
Margaret Chan
Directora General
Organización Mundial de la Salud
Unicef: se reduce en el mundo la mortalidad infantil
Publicado en El Caribe.Com.Do, el 10 de septiembre del 2009
La mortalidad de infantes menores de cinco años siguió reduciédose en el 2008, de acuerdo a un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -Unicef-,que cifró en 28 por ciento ese descenso.Los datos revelan una reducción de un 28% en la tasa de mortalidad de menores de cinco años, desde 90 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 1990 hasta 65 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 2008. Según estos cálculos, la cifra absoluta de muertes infantiles en 2008 se redujo a alrededor de 8,8 millones con respecto a los 12,5 millones de 1990, el año de referencia para los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). “En comparación con 1990, 10.000 niños y niñas menos mueren todos los días”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman. “Aunque se están logrando progresos, es inaceptable que 8,8 millones de niños mueran antes de cumplir cinco años”. Los nuevos cálculos son el resultado de la recopilación y el análisis de fuentes de datos por parte de expertos en demografía y salud de UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas, bajo la orientación de asesores técnicos de varias instituciones académicas importantes. Los datos indican que la mortalidad de menores de cinco años en todo el mundo se ha reducido de forma constante durante los últimos dos decenios, y que la tasa de reducción de las tasas de mortalidad de menores de cinco años ha aumentado desde los años 1990. La tasa promedio de reducción desde 2000 es del 2,3%, en comparación con una tasa promedio de reducción de 1,4% desde 1990 hasta 2000. Los expertos en salud pública atribuyen esta reducción constante a un aumento en la utilización de intervenciones sanitarias fundamentales como la inmunización, incluida la vacunación contra el sarampión, el empleo de mosquiteros tratados con insecticida para evitar el paludismo y la administración de suplementos de vitamina A. Estas intervenciones generaron resultados positivos en los lugares donde se intensificó su uso. En todas las regiones del mundo se han observado progresos, e incluso en algunos de los países menos adelantados. Un ejemplo importante es Malawi, uno de los 10 países con altas tasas de mortalidad de menores de cinco años que se encuentra en la actualidad bien encaminado para alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio que consiste en reducir en dos terceras partes la mortalidad de menores de cinco años entre 1990 y 2015. Los cálculos indican que la mortalidad de niños y niñas menores de cinco años en Malawi ha descendido de 225 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 1990, a 100 por cada 1.000 nacidos vivos en 2008. En 2000, solamente un 3% de los niños y niñas menores de cinco años dormían bajo un mosquitero, una intervención decisiva para evitar el paludismo, mientras que en 2006 esa cifra había aumentado a un 25%. Malawi ha concentrado sus limitados recursos en mejoras de la salud y de los sistemas de salud y en la utilización de las intervenciones más eficaces, lo que ha dado como resultado que se hayan salvado las vidas de una cifra considerable de niños y niñas. Los nuevos datos indican también que en 7 de los 67 países donde se registra una elevada mortalidad (es decir, aquellos donde las tasas de mortalidad de menores cinco años son de 40 por cada 1.000 nacidos vivos o más) han logrado alcanzar de forma constante tasas anuales de reducción de la mortalidad de menores de cinco años de un 4,5% o más. Se trata de Nepal, Bangladesh, Eritrea, la República Democrática Popular Lao, Mongolia, Bolivia y Malawi. También se han conseguido grandes avances en países que no se encuentran plenamente encaminados para cumplir con el objetivo del milenio. Níger, Mozambique y Etiopía han reducido todos ellos la mortalidad de menores de cinco años en más de 100 muertes por cada 1.000 nacidos vivos desde 1990.Aunque se han logrado progresos en muchos países, la tasa mundial de mejora es todavía insuficiente para alcanzar el ODM, y en África y Asia conjuntamente se registra el 93% de todas las muertes de menores de cinco años que se producen anualmente en el mundo en desarrollo. “Un grupo de países altamente poblados soportan una carga desproporcionada de la mortalidad de menores de cinco años, ya que un 40% de las muertes de menores de cinco años en el mundo se producen en sólo tres países: la India, Nigeria y la República Democrática del Congo”, dijo Veneman. “A menos que sea posible reducir considerablemente la mortalidad en estos países, no se alcanzarán las metas de los ODM”. En algunos países, el progreso es lento o inexistente. En Sudáfrica, la tasa de mortalidad de menores de cinco años ha aumentado desde 1990. La salud del niño está indisolublemente vinculada a la salud de la madre y en Sudáfrica se registra el mayor número de mujeres con VIH en el mundo. Los últimos compromisos del Gobierno para aumentar la escala de las intervenciones a fin de evitar la transmisión de madre a hijo del VIH/SIDA deberían mejorar la situación.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Nuevas Autoras y una correspondencia de Adilca.
Adilca Abreu López y Virginia han ingresado como autoras en el día de hoy y a la vez, recibimos un email de Adilca, que nos atrevemos a publicar, como una muestra de que lo podrían hacer ustedes mismos y ayudarnos a crear una mejor interactuacion (ahora sale posteado por mí, cuando debió salir con su nombre, ver post anterior):
Buenas tardes doctor.
estaba chekeando su blog y note temas muy interesantes sobre el virus del papiloma y me pareció muy atractivo para ser tratado en clase. pienso que se podría implememtar alguna clase de ejercicio acorde con este tema ya que ha quedado un poco olvidado y casi nadie esta concientizando la población en cuanto a esto, ademas que es un tema que compete tanto a hombres como mujeres. podriamos servir de ayuda para educar un poco acerca de esto. entre otras cosas me pareció muy interezante nuestro primer encuentro en clase y pienso que como grupo estamos muy animados. agradeciendole por la confianza de poder interacturar a travez de este medio y personal ya que sinceramente tengo muchas lagunas de materias anteriores relacionadas con esta y mi intención es aprender ya que es una materia que voy a utilizar en tesis y para toda la vida como futura doctora.
martes, 1 de septiembre de 2009
Comienzan a identificarse los autores de este blog
El Rector en la inauguración Microred Juan 23, el pasado año.
Después de las clases del pasado lunes, se han inscrito como autores dos docentes (Zahira y Luz) y una futura colega, que es Emely. Si hacen clik en su nombre de autores y con sus claves de sus correos (que no conocerá el administrador) van a entrar a publicar un nuevo post en el blog. Espero sus contribuciones.
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