19 de enero del 2010
En el marco de una respuesta y una operación de recuperación masivas, dirigentes de la organización humanitaria más grande del mundo van camino a Haití devastado por el terremoto.
Tadateru Konoé, Presidente y Bekele Geleta, Secretario General, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) llegarán a Puerto Príncipe el 19 de enero para liderar lo que se perfila como una de las operaciones más complejas y de mayores proporciones de la FICR en los últimos tiempos.
“Debemos afrontar un desastre natural que además de ser uno de los más grandes de la última década, afecta a uno de los países más pobres del mundo”, declaró el Sr. Konoé
“La pobreza es la raíz de esta catástrofe y se hubieran podido salvar incontables vidas invirtiendo en edificios antisísmicos y otras medidas de reducción del riesgo de desastres”, recalcó el Sr. Geleta.
“Lo que estamos viendo en Haití sucede cuando un fenómeno natural extremo interviene en la vida de personas que ya son alarmantemente vulnerables y el terrible costo humano de esta tragedia recién ahora comienza a vislumbrarse. La comunidad internacional y organizaciones humanitarias como la FICR deben trabajar juntas para abordar las necesidades urgentes de los damnificados y asegurar que puedan recuperarse y avanzar hacia un futuro más seguro”, añadió.
El Presidente Konoé encomió a la Cruz Roja Haitiana por su intervención decidida y valerosa inmediatamente después del terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sobrevino el martes pasado y que, según estimaciones, podría haber afectado hasta 3.000.000 de personas.
“Los voluntarios de la Cruz Roja Haitiana fueron de los primeros en responder porque viven en las comunidades afectadas. También ellos sufrieron pérdidas atroces. Están dolidos y apenados, pero aún así, el deseo de ayudar al prójimo toma la prioridad. Ellos son verdaderos héroes humanitarios y su denuedo hace que nos sintamos orgullosos y humildes a la vez”, sostuvo.
Por otra parte, el Sr. Konoé señaló que la Cruz Roja y la Media Luna Roja usarán la experiencia adquirida en cinco años de labor de recuperación del tsunami para asegurar que las comunidades devastadas de Haití no solo reciban la ayuda que necesitan ahora, sino también en los meses y años venideros.
“Los damnificados por este desastre serán asociados plenos en toda la labor que llevarán a cabo la Cruz Roja y la Media Luna Roja para que recuperen su vivienda, sus medios de subsistencia y, lo que es más importante, su dignidad”, concluyó el presidente de la FICR.
“La respuesta a desastres es una carrera contrarreloj y la recuperación de desastres una maratón. Me aseguraré personalmente que los planes de recuperación sostenible a largo plazo sean el núcleo de todo lo que la FICR y sus asociados hagan en Haití”, añadió el Sr. Geleta.
Más de 400 efectivos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja –incluidos 180 de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja del Caribe, Centroamérica y Sudamérica– llegaron a Puerto Príncipe y docenas más están en camino.
También se enviaron a Haití 16 unidades de intervención de urgencia (ERU por su sigla en inglés) y a la medianoche de ayer habían llegado 11 de ellas. Estas ERU comprenden un hospital de campaña de instalación rápida con capacidad para 70 camas que ya está funcionando en el recinto del Hospital Universitario de Puerto Príncipe; dos unidades móviles de atención básica de salud, en cada una de las cuales se puede prestar asistencia curativa y preventiva a 30.000 personas, el campamento de base de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y dos unidades de logística para facilitar el arribo y la rápida distribución de la ayuda.
Hasta la fecha se movilizaron más de 500 toneladas de ayuda que llegarán en los próximos días.
Estos esfuerzos forman parte de la respuesta del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, incluido el CICR. En la Cruz Roja Haitiana y en hospitales, el CICR distribuyó suministros médicos para más de 2.000 pacientes. Más de 23.000 personas se inscribieron en el registro del sitio web del CICR para restablecer el contacto entre familiares separados desde que sobrevino el desastre. Asimismo, el CICR contribuyó a los esfuerzos del Movimiento para prestar ayuda de socorro y abastecer de agua potable a miles de damnificados que perdieron su vivienda en el terremoto.
Por el momento, la FICR solicita 105,7 millones de francos suizos (103 millones de dólares o 73 millones de euros) para asistir a 300.000 personas durante tres años, pero se prevé revisar el monto de este llamamiento en función de la información que se vaya recibiendo.
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